El Coaching es un estilo de acompañamiento destinado a trabajar con objetivos. Para ello, se parte definiendo un estado-meta que representa aquello que el coachee (cliente) quiere lograr para sí mismo y su futuro. Después se estudia cual es el estado-actual o punto de origen y qué recursos ya están presentes y disponibles desde el inicio más los que se necesitarán durante el transcurso del proceso, es decir aquellos que todavía no son accesibles.
El coach, a través de su escucha, experiencia, implicación y compromiso con el coachee, facilita que se genere el espacio y contexto adecuado donde planificar, elaborar y ejecutar un plan de acción que sirva como hoja de ruta o puente de unión entre el estado actual y el deseado.
Los objetivos con que se trabajan en Coaching pueden ser:
Profesionales:
Encontrar o cambiar de trabajo.
Promocionar a un cargo superior.
Crear un negocio propio o un nuevo proyecto dentro de la empresa actual.
Mejorar la relación con los compañeros, responsables o trabajadores.
Hablar en público, superar una entrevista o una reunión importante, etc.
Encontrar una vocación profesional y dirigirse hacia ella.
Personales:
Encontrar pareja
Generarse buenos hábitos de salud como practicar deporte o seguir una dieta.
Hacer nuevas amistades.
Descubrir nuevas aficiones o implicarse más en ellas.
Y cualquier propósito que a la persona le suponga un reto o desafío y sienta el deseo de comprometerse.